Ruptura de pareja

Y ahora...¿Qué?

El cambio de estado civil o una ruptura, es una convulsión emocional que viven desgraciadamente muchas personas en la actualidad. El elevado número de divorcios, separaciones y rupturas no consuela, pero ayuda saber que no eres la persona más desgraciada del mundo y que, en tu lugar a diario hay miles de personas.

Ahora bien, en la mano de cada uno está el avance, encarando el problema o instalarse en la autocompasión esperando milagros.

Cuando se toma la decisión o la toman otros por ti quedan varias opciones...

La primera sería intentar comunicarte con tu aún pareja para acordar los términos de un acuerdo justo o acudir a un abogado.

Un abogado de familia debe de tener una sensibilidad especial, por ello, intentará siempre fomentar un acuerdo, sobre todo si hay menores implicados. Pero...¡OJO! un acuerdo ratificado en el Juzgado crea un precedente difícilmente de modificar posteriormente, salvo se den cambios que afecten sustancialmente a la situación de los progenitores o de los menores. El hecho de firmar cualquier acuerdo para acabar cuanto antes,  puede suponer que nos tiremos de los pelos años después.

Existiendo menores, cuando entre los progenitores no existe demasiada inquina, los adultos estamos obligados a cuidar emocionalmente de nuestros pequeños, sin embargo se hace complicado cuando las actitudes de alguno de ellos son de cerrazón. Parece que la sociedad empieza a condenar un poco más estas conductas de algunos progenitores que utilizan a sus hijos para dañar al otro padre.

Habitualmente los abogados nos encontramos con clientes asesorados gratuitamente por personas de su entorno, que más que ayudar empeoran las relaciones de una familia en crisis. Cada uno debe de ser independiente en las decisiones que tome, dejarse guiar por personas que por su experiencia conocen estas crisis y desde luego ser consciente de que algunas veces los "terceros" nunca van a sentir, por ejemplo, el dolor de un hijo envuelto en peleas de mayores. 

Por nuestra experiencia, podemos decir que un pilar básico y fundamental para superar una ruptura es la familia.

Así que elige a los que te acompañarán y quieran acompañarte en el camino y decide que quieres hacer, recordando que LOS HIJOS NO SE SEPARAN, SE SEPARAN LOS PADRES.

Toda ruptura conlleva un período de duelo que dependiendo de las personas dura más o menos. Sigue tu ritmo, pero siempre avanzando paso a paso.